Aproximadamente 30.000 hombres y mujeres, militantes del campo popular, fueron secuestrados, torturados, asesinados y desaparecidos por el aparato represivo.
Desde el regreso de la democracia ha habido más retrocesos que avances en la lucha por la Verdad.
Los retrocesos no son casuales: se vinculan directamente con el encubrimiento y defensa por parte de amplios sectores políticos y económicos de los verdugos de la dictadura, los mismos sectores que se vieron beneficiados por ella, los mismos que hasta hoy dejan ver desprecio por la democracia.
La institución judicial, las leyes de obediencia debida y punto final promulgadas durante el gobierno del ahora santificado Afonsín, los indultos a los jerarcas en la época menemista garantizaron la impunidad y desearon perpetuarla.
No pudieron.
Las organizaciones de derechos humanos y el pueblo siguieron adelante con su lucha por la verdad y la justicia, a lo largo de 33 años.
Hoy, ante comienzo de los juicios no estamos ante la culminación de esa pelea, sino antes las puertas del tan anhelado "Castigo a los culpables" que gritamos en las marchas.
Es nuestro deber como pueblo sostener estos procesos judiciales. No permitir que los genocidas caminen por la calle.
No es un reclamo "que atrasa". Miramos para atrás para poder seguir adelante.
Mirar al futuro es incompatible con un pasado no resuelto, mucho más uno tan trágico y oscuro como el vivido desde 1976 hasta 1983.
Prueba de ello es desde la degradación del tejido social argentino, la pobreza estructural, las crisis económicas, la acumulación de capital en pocas manos, la brecha entre ricos y pobres, el absoluto establecimiento del modelo neoliberal y hasta la desaparición en democracia de Jorge Julio López.
¿A qué GENOCIDAS juzgamos en Sante Fe?:
Víctor H. Brussa:
Abogado. Se desempeñó como Secretario del Juzgado Federal de Santa Fe y entre agosto de 1976 y 1978 participó activamente en el control y práctica de las torturas, obligando a sus víctimas a firmar las declaraciones armadas por los militares.
Juan C. Perizzotti:
Comisario Principal, Jefe de la Guardia de Infantería Reforzada, utilizada como Centro Clandestino de Detención. Participó de privaciones ilegítimas de la libertad y asesinatos de varias personas. Formó parte de grupos de tortura.
Juan O. Rolón:
Coronel del Ejército. En razón de su cargo era responsable directo de los Centros Clandestinos de Detención entre el 76 y el 78. Actualment cumple prisión domiciliaria, en Grand Bourg 4101 de esta ciudad.
Eduardo A. Ramos ("Curro"):
Oficial de Policía. Miembro de "La Patota". Se encuentra detenido en el Cuartel de Bomberos Zapadores, lugar desde el que presentó un libro de su autoría en el que hace apología de todos los crímenes que cometieron.
Mario J. Facino:
Comisario a cargo de la Comisaría Cuarta, denunciado por participar de secuestros y despariciones de personas detenidas en dicha unidad policial.
En democracia fue Presidente Comunal de San José del Rincón.
Nicolás Correa: (fallecido)
Jefe del grupo de torturas. También cumplió funciones en el destacamento 122 de Inteligencia.
Participó activamente en el Centro Clandestino de Detención “Quinta de Funes”.
María Eva Aebi:
Secretaria del Comisario Perizzotti y carcelera en la Guardia de Infantería Reforzada. Formaba parte del grupo de torturas.
Domingo M. Marcellini:
Jefe del Destacamento de Inteligencia Militar 122. Autor mediato de la represión
Héctor R. Colombini (“El Pollo”):
Oficial Auxiliar de la Jefatura de la Provincia. Durante la democracia se desempeñó como personal del Departamento de Drogas Peligrosas. Actualmente cumple prisión domiciliaria.
Desde OKTUBRE invitamos a seguir el desarrollo de los juicios en este blog, a partir del 1 de septiembre