21 de mayo de 2010

La FUA del Bicentenario. Por la Segunda y Definitiva Independencia.

Documento del Movimiento Universitario de Izquierda ante el XXVI Congreso de la Federación Universitaria Argentina.



Santa Fe, 21 de mayo de 2010

El año 2009 marcó el inicio de la crisis capitalista que por sus caracteristicas tomó forma mundial, traspasando la frontera de lo económico e impactando en todo el arco de relaciones sociales que giran en torno a este sistema de acumulación. Prueba de ello es el derrumbe de el modelo especulativo yanqui y de la Unión Europea, que incluso plantea expulsar a los países más afectados por la crisis, lo que demuestra cuáles son los términos, limites y verdaderos motivos de esa “integración regional”, marcando radicalmente las diferencias respecto de las iniciativas de integración latinoamericanas que fueron reforzadas tras la derrota del ALCA en 2005 en Mar del Plata.

Doscientos años después de nuestra primera independencia, Latinoamérica atraviesa un proceso de fortalecimiento de nuestras relaciones como pueblos. Nuestro Bicentenario significa dos siglos de independencia formal, constantemente sometida a los embates imperialistas y neocolonialistas. Esta situación hace imperativa la unión antes mencionada, con la meta de lograr esta vez, nuestra Segunda y Definitiva Independencia, fundada en los principios de solidaridad fraternal y de autodeterminación de los pueblos que integran esta Patria Grande.

Desde el MUI bregamos para que esa consigna trascienda el plano reivindicativo y sea construída por todos nosotros, en todos los escenarios en los que tomamos parte.


Como tal, el XXVI Congreso ordinario de la Federación Universitaria Argentina se presenta como una instancia ante la cual el Movimiento Universitario de Izquierda se encuentra ante el desafío de asumir su tarea como parte de una continuidad histórica de nuestra clase en el seno del movimiento estudiantil nacional, compromiso que ratificamos mediante el debate y el consenso hacia el interior del movimiento estudiantil.


La hegemonía de la Franja Morada en la conducción de la Federación determinó la utilización de esta herramienta para la expresión y reproducción de la ideología dominante en consonancia con las políticas neoliberales, que en décadas pasadas, legitimaron la expoliación del país y la destrucción del sistema educativo, orientándolo al favorecimiento de la economía de mercado por sobre la producción de conocimiento y la formación de sujetos críticos al servicio de la comunidad en general y de los sectores más débiles en particular. Todo este proceso se materializa en la sanción y aplicación de la Ley de Educación Superior que prevé la utilización de resortes de control externos, violatorios de la autonomía universitaria, como también los procesos extorsivos para la acreditación de las carreras a traves de la CONEAU, acreditación que en sí es un sello de “aprobado” para el mercado y la semi-privatización de instancias superiores de formación.

Este anquilosamiento de la derecha liberal mediante sus brazos estudiantiles deja de lado todas las reivindicaciones que se refieren al bienestar estudiantil, al ingreso y la permanencia de los jóvenes en la Universidad, al mismo tiempo que fomenta la inserción de la Universidad en el mercado, favoreciendo el desarrollo de elites del conocimiento y cuadros funcionales al aumento de la desigualdad y la exclusión y no al servicio del pueblo. La FUA funciona desde entonces como un engranaje fundamental en la transmisión y formación de la vertiente ideológica neoliberal, y como factotum de sus programas hacia la masa estudiantil.


La importacia que reviste la FUA como herramienta de los estudiantes en este contexto histórico implica la necesidad de romper con la lógica mercantilista y burocratizada. El rol de los sectores de izquierda, progresistas, nacionales y populares es transformar esta nefasta realidad contribuyendo activamente a la repolitización del espacio como herramienta gremial de los estudiantes, a su apertura hacia la discusión y articulación con los trabajadores y los sectores excluídos.


El momento histórico nos obliga a repensar y construir un proyecto educativo de caráter masivo y popular, con un fuerte arraigo en el antiimperialismo y la tradición latinoamericanista y la afirmación de las relaciones regionales integradoras con los pueblos hermanos de Latinoamérica y el Caribe, particularmente con los expresados en las entidades multilaterales como el ALBA y la UNASUR, tratando de imprimir un claro camino progresista. En este marco es de vital importancia que el Movimiento Estudiantil sea un campo de batalla de estas ideas, acompañando las luchas, impulsando política estudiantil nacional y construyendo espacios de participación real, donde todas las voces sean escuchadas y tenidas en cuenta. Debemos luchar por una FUA democrática, activa y movilizada, con un gran debate en torno a una nueva ley universitaria, y que aporte a la unidad con los sectores del campo popular, tanto en sus expresiones nacionales como latinoamericanas.


Consideramos como prioritaria para la efectiva defensa de los intereses estudiantiles la tarea de movilizar y darle protagonismo a las instancias federativas en las que convergen los representantes del gremio de todo el país, para vislumbrar y trazar ejes políticos y de trabajo en pos del desarrollo del movimiento.Que tenga como objetivo la defensa de los derechos estudiantiles, el compromiso con los derechos humanos y la justicia social, y la responsabilidad de comenzar a generar un proyecto de Universidad a favor de nuestro pueblo.


Creemos que esos objetivos se pueden expresar en ciertos ejes básicos, a saber:


1.Eje académico: instalar un debate que vuelva a habilitar la perspectiva del socialismo, incorporando en nuestro trabajo cotideano iniciativas que nos permitan debatir en las Universidades por dónde transitan esos proyectos y que la necesidad de pensar una nueva Universidad está vinculado intrínsecamente con la generación de un proyecto de país de independencia y soberanía. Plantearnos un proyecto académico ya sea desde grupos de investigación, cátedras o extensión universitaria.


2.Eje gremial: abogar por las reivindicaciones más sentidas del movimiento estudiantil, tanto académicas como económicas y que nos permitan instalar una lucha por mayor presupuesto y por una nueva Ley de Educación Superior.


3.Extensión universitaria: atendiendo a la función social de la misma, generando una relación con sectores diversos de nuestra población y rompiendo con la lógica mercatil que ha transformado la extensión en trasnferencia.


4.Por una nueva Reforma universitaria contemplando construir un proyecto nacional y latinoamericano.


Además, es imprescindible esbozar una lectura política que nos permita identificar cuales son los polos o nucleos políticos que trabajan activamente contra estos ejes a través de su línea política y sobretodo de sus acciones. Desde hace dos años el mapa político de nuestro país se vio sacudido, por un lado por un fortalecimiento del campo popular, expresado en la efectivización por parte del gobierno nacional de ciertas reinvidiciones sostenidas por estos sectores como por ejemplo la estatización de las AFJP, la Ley de Servicios Audiovisuales y medidas redistributivas como la Asignación Universal por hijo; además este crecimiento es apuntalado y propulsado por una ardua tarea de discusión, acuerdos y el tejido de una red de participación social alta y efectiva por parte de las organizaciones que nuclean al pueblo, las carencias y los límites a éste desarrollo deben ser tomadas como contradicciones que debemos atacar y utilizar como punto de partida para construir lo mucho que falta por incorporar.


La contraparte es expresada en la reorganización y nucleamiento de las diversas facciones de la derecha unificados meramente en la tarea de defender el status quo y la permanencia de los privilegios que acumularon en doscientos años de historia, cimentados y garantizados por sucesivos regimenes militares y gobiernos liberales de un claro corte antipopular. Este nuevo agrupamiento de la derecha fue caldeado por la manipulación a través de los medios masivos de comunicación y su influencia sobre las capas altas y medias de la sociedad, sumidas en la inacción y en individualismo apolítico que los hace presas fáciles y dispuestas de la digitación de la clase dominante. Un componente importante de éste sector está integrado por jóvenes universitarios. En este sentido es importante mirar el desarrollo de la gesta reaccionaria venezolana en la universidad, y actuar en nuestra realidad para impedir un resultado similar.


Otra variable de importancia en el nuevo juego de la derecha es rol que ocupan en este nuevo escenario político sectores que históricamente han pertenecido al campo popular y que elaboran una lectura sobre la coyuntura nacional que carece de objetividad y que apoyandose en la legitimidad que les otorga el respaldo de núcleos de derecha y sus brazos mediáticos no contribuyen al crecimiento de una alternativa al modelo actual, sino que refuerzan el accionar de los bloques de poder real.


Es nuestra tarea recomponer los lazos históricos que nos unen a esos sectores, gestando espacios de debate que tengan como fin definir y unificar lecturas, procedimientos y proyecciones, sin abandonar la fuerte convicción de que la transformación es fruto de la organización de los que luchan.


Todo este proceso es impensado sin la función de legitimidad que le imprime nuestra propia fuerza como organización vertebrante del movimiento estudiantil y la obligación que tenemos como militantes de izquierda en la construcción de una política revolucionaria en todos los frentes de disputa donde la universidad es un nucleo central para la difusión de nuestras ideas.


Esperamos que estas lineas sirvan al debate que nos debemos dar como actores en la política universataria hacia el interior de nuestra propia fuerza, pero también con nuestros aliados para fortalecer la construcción de una alterativa que lleve a la liberación de nuestro pueblo, fortaleciendo las instacias de discusión fraternal, reafirmando el rol transformador que a lo largo de nuestra historia ha tenido el movimiento estudiantil y la juventud.


Por la unión del movimiento

Por que la Universidad abra sus puertas al pueblo